Incontable podcast, episodio 3.
Conversamos sobre el Informe Final entregado por la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición
Un nuevo episodio de Incontable Podcast, nuestro espacio para hablar de lo que a nosotras se nos da la gana. Para este tercer episodio nos reunimos con amigues de Bogotá y Medellín, compartimos una pizza y, sobre todo, nuestras miradas sobre la verdad, los saldos, relatos y retos visibilizados por el trabajo de la Comisión.
Están presentes, además, algunas palabras del Sacerdote Jesuita Francisco José de Roux, un testimonio publicado por la Comisión de la verdad y la canción Soy Positivo de Puerto Candelaria, del Cancionero de la Verdad.
Bar
Juan Carlos Galeano
Todos los días los jugadores, las prostitutas y los mendigos vienen al bar.
A las doce de la noche, una camioneta sin nadie al volante
se detiene en la puerta con los hombres de vestidos blancos.
Traen en los bolsillos pistolas capaces de conquistar mucha belleza.
Las lámparas se dan cuenta pero deciden ignorarlos.
Los indios se ponen sus máscaras y reciben las monedas.
Los que acaban de llegar les apuntan a las bombillas antes de tirarle al que le caiga.
En la oscuridad caen los jugadores, prostitutas y mendigos.
Al amanecer los recogedores de basura vestidos de smoking reparan cualquier daño,
reemplazan los cuerpos, escogen las canciones y encienden las luces…
«LA CASA SIN SOSIEGO»: Colombia y el acuerdo de paz[1]
John Jairo Cuevas Mejía
VII
«Esta casa de espesas paredes coloniales
y un patio de azaleas muy decimonónico
hace varios siglos que se viene abajo.
Como si nada las personas van y vienen
por las habitaciones en ruina,
hacen el amor, bailan, escriben cartas.
A menudo silban balas o es tal vez el viento
que silba a través del techo desfondado.
En esta casa los vivos duermen con los muertos,
imitan sus costumbres, repiten sus gestos
y cuando cantan, cantan sus fracasos.
Todo es ruina en esta casa,
están en ruina el abrazo y la música,
el destino, cada mañana, la risa son ruina;
las lágrimas, el silencio, los sueños.
Las ventanas muestran paisajes destruidos,
carne y ceniza se confunden en las caras,
en las bocas las palabras se revuelven con miedo.
En esta casa todos estamos enterrados vivos.»
La patria, poema de María Mercedes Carranza
XVI
Colombia es la «casa sin sosiego» por causa de la impotencia que ha mostrado la institucionalidad democrática para poner bajo control de la cultura la «lengua del terror» en la que hablan sin decir los sectores de la «derecha ultra derechizada»; el acuerdo de paz, por el contrario, abrió la posibilidad para una experiencia discursiva inédita en nuestro país. Pese al ruido de la guerra al que nos quieren volver a arrojar, es importante persistir en la experiencia de la palabra de la que los acuerdos obraron como superficie de inscripción:
«No es un mundo mejor
lo que debemos dejarles a nuestros hijos
(ni un país mejor, ni una ciudad mejor)
sino un lenguaje mejor.
¿Qué es un lenguaje mejor?[…] que no se somete a las personas
que deciden las leyes de la ciudad,
que no se somete al mejor pastor»
Notas para un seminario sobre Foucault, poema de Mario Montalbetti
[1] Fragmentos del texto publicado en la Revista Joselito Bembé, No. 2, año 2021. “La casa sin sosiego” es el título con que el poeta Juan Manuel Roca prepara una antología sobre la violencia y los poetas durante el siglo XX en Colombia.