Marco teórico
Por Juan Sodo
Marcos egresa de la carrera de Cine y para terminar de recibirse tiene que hacer una tesis audiovisual. “Comunidades afroamericanas en Hurlingham”, elige como tema de tesis. Empieza a trabajar en el guion. Visualiza un marco teórico estructurado mediante placas separadoras e imágenes de archivo: Peronismo. Revolución Libertadora. Frondizi. Illia. Onganía. Noche de los bastones largos. Cámpora. Ezeiza… y así hasta llegar a la imagen de dos senegaleses bajando del Sarmiento en la estación de trenes.
Para mayor rigurosidad deberías hacer un estudio comparativo, le sugiere a Marcos su director de tesis, que dos semanas más tarde se ha transformado en “Comunidades afroamericanas en perspectiva comparada: Hurlingham–Villa Gesell”. Visualiza entonces un nuevo marco teórico, siempre apoyado en el recurso de las placas separadoras y las imágenes de archivo: Peronismo. Revolución Libertadora. Frondizi. Illia. Onganía. Noche de los bastones largos. Cámpora. Ezeiza… y así hasta llegar a la imagen de dos keniatas en la estación de ómnibus de Villa Gesell.
Pero agreguémosle una bajada al título, le propone el director. “Comunidades afroamericanas en perspectiva comparada. Entre la colectivización de los saberes emprendedoristas y el vacío estatal de las economías informales”. ¿Algo así, te parece? Un “entre” siempre tiene que haber, le aconseja el director. Por ejemplo: “El campo de la comunicación en Argentina. Entre la euforia de la construcción y la desazón de la intemperie”. Es como si todo el peso de la tradición académica nacional descansara en esa preposición. Como si, sin el “entre”, nuestra academia no fuera nada. ¿Entendés? Un auto al que le roban de noche las cuatro ruedas. Pura chatarra.
A Marcos le gusta la metáfora y una semana después ya está cambiando de tema y haciendo una investigación sobre los desarmaderos en el tercer cordón del conurbano bonaerense. Guion para el marco teórico de la nueva tesis. Placas e imágenes de archivo: Peronismo. Revolución Libertadora. Frondizi. Illia. Onganía…
Pero pará, le advierte el director. Pará, porque ahí tenés una tesis más grande, si la hacés solamente para Cine la estarías desaprovechando. ¿Por qué, ya que estamos, no la presentas a concurso como investigación general académica? ¿Cómo te ves concursando en sociología, por ejemplo?
Un mes después Marcos se está postulando para convocatoria a becas de posgrado y seis meses más tarde le notifican que su proyecto ha sido seleccionado. El dictamen del jurado es elogioso en todos sus puntos, destacando especialmente la pertinencia del marco teórico elegido por Marcos.
Este relato forma parte del libro Ficciones culturales de Juan Sodo. Éste y otros libros del autor están disponibles en https://juansodo.com/libros/
Agradecemos a Juan su generosidad al permitirnos el uso de su obra, y sus libros libres.
* La imagen corresponde a la obra Huyendo de la crítica de Pere Borrell del Caso, 1874; fue seleccionada por quien edita el blog.
Eterna historia de las tesis que terminan desdibujadas. Definitivamente el mejor título fue el primero. Conciso y claramente delimitado!!!.