Un buen trabajo
Por Jenny Londoño
Ella recordaba el día en que fue seleccionada para el cargo de auxiliar de cuentas por pagar. Al terminar la llamada, colgó para ir donde su madre a contarle la noticia:
-¡Por fin, me contrataron! ¡Ya tengo un buen trabajo!
Y recordó que desde el inicio sabía que sería un cargo rutinario, pero en esa empresa pagaban “mejor” que en otras; no había horas extras, pero aun así era “mejor”. Le faltaban algunos semestres para graduarse y necesitaba del dinero para ayudar en su casa.
El bullicio de los compañeros de otras áreas al salir para sus casas la trajo de nuevo al presente: ya eran casi las 6:00 p.m y pensó que ese día llegaría pronto a su casa a descansar, pero no, era día de cierre y llevaba dos semanas sabiendo la hora de entrada, pero no de salida. Cuando completó las dieciocho horas laborando de seguido, llegó al momento en que solo le faltaba un reembolso por ingresar al sistema; pidió un servicio de Uber por la aplicación, y mientras lo esperaba digitó la cuenta 23359505 para terminar de contabilizar el último reembolso. Había terminado su cierre. Al empacar sus cosas personales, pensaba que ya habían pasado cinco años y el cargo que desempeñaba en la empresa seguía siendo “mejor” en comparación a otras. Pero… ¿pero es este un buen trabajo?
Me encantó este texto. Una excelente descripción. Recordé mi primer trabajo como asistente de contabilidad.